25 de octubre de 2008

Reset_Play_Go_


Huele a mojado. Puedo mirar el cielo caerse desde la cama y sentir que ha vuelto. Que han pasado los meses y que vuelve a llegar la hora. Es tiempo de mojarse, de sentirse niño. Después de meses muy duros, puedo descansar. Ahora puedo relajarme y pensar en todo este tiempo de atrás. Es curioso como las perspectivas se deforman, como Escher se puede hacer realidad. El tapiz es pez y a la vez sombra.

Octubre esta siendo un mes…fantástico. La universidad ha devuelto la monotonía justa para hacer del hábito un servicio al cuerpo. Ahora la cama es cama, y la mesa, por supuesto, sigue siendo mesa. La luz es más clara y las palabras más seguidas, porque leo, no estudio, leo. Limpiar el acuario es un entretenimiento más y pronto, el ruido del piano acompañará los ladridos de mi perro. Es bueno dejar pasar tiempo, no por el gusto del tiempo, sino por lo que se aprende. Ahora me siento bien, sinceramente me gusta, me encanta recoger frutos, porque soy yo quien los siembra y quien los deja madurar. Hay algunos que necesitan más luz, más espacio, que crecen más lento. Otros, por el contrario, son fugaces, pero también gustan, porque son más impulsivos.

Comienza un nuevo paso, ya veo el rellano de la escalera, el primero, los primeros dieciséis peldaños serán recorridos, 20x25 cm, es cómoda ¿verdad? Paso a paso. Proyectando. Pronto os contaré como fue la temporada pasada deportivamente, pero lo mejor, lo que más me gustó, fueron ellos, esos momentos, sentimientos que se sintieron. La carrera… preciosa pero desagradecida, digan lo que digan, es inevitable. Sobran jueces y faltan caballeros. A menudo me veo inmerso en un laberinto del que me cuesta escapar, me siento como el Minotauro, si ese, el que Picasso dibujó con maestría, la propia de un maestro. Se ha dado el pistoletazo, y voy a por todas. Poco a poco podréis comprender a que me refiero, porque pienso compartirlo con vosotros, los que gastáis ese tiempo en leerme, bueno o a ellos. A menudo pienso que si tuviese que representar al dinero lo haría pintando a mis amigos y a mi familia, es impresionante como puede cambiar algo por el simple hecho de ser compartido, buah!, no hay comentarios.

Próximamente os presentare a mi compañero de noches, a mi proyecto fin de carrera. Espero colaboración porque necesitaré respuestas. Espero que todos disfrutemos con lo que viene, porque yo…me estoy volviendo un poco loco, y lo malo no es eso, lo malo es que me gusta.

7 de octubre de 2008

4 de Octubre de 2008___TITANES

Día 1; Recepción y Nervios

Casas blancas escondidas tras increíbles pendientes. Un pequeño espacio para un gran comienzo. Recogida de dorsales a la hora estimada tras un buen viaje. Los nervios son ya parte de mí. Asistimos a la reunión y el nerviosismo y el respeto comienzan a convertirse en algo de miedo… ¿seré capaz?, ¿estoy preparado? Muchos son los que están, muchos los que lo persiguen… ¿Cuántos terminarán?
A las 23.00 estamos en Grazalema con el estomago lleno tras una buena cena. Una compañía inolvidable. Reparto de camas para tumbarse, porque apenas pude dormir. Un único sueño, escuchar el cohete de salida.

Día 2: TITANES

6:30; Pitingo suena en el móvil para decirme que es la hora, todo ha comenzado. Meses de entrenamiento, lesiones, horas apretadas para poder descansar y ahora…ya estamos aquí. Desayuno una tostada con aceite y algo de leche con cereales, preparo las cosas y salimos.
8:00; Hemos llegado, estoy en el box y mi corazón no deja de latir, imágenes sucesivas de los días anteriores no dejan de pasarme por la mente, el agua, el pueblo, los compañeros, vamos a nadar.
9:30: Estamos en el agua y… suena el cohete.

23 son los años que he esperado para estar en esa agua, parece transparente, fría y con muchos golpes. Comienzo a nadar, el ritmo no es del todo bueno pero intento ir buscando sensaciones. Poco a poco consigo ubicarme en mi lugar y comienzo a nadar como me gusta. Me oriento bien y consigo hacer una primera vuelta algo nervioso pero con buenas sensaciones. La segunda vuelta comienza a ser especial, veo la mancha amarilla en la orilla animando, mis hermanos, mi madre, mi novia y toda la familia camaleonica. Comienza una batalla que nunca antes pude vivir. Se me hace corta la vuelta pensando en las horas que he dedicado a la técnica, a nadar, a intentar mejorar y sobre todo a enseñar a mi hermano. Esos días de septiembre nadando a las 22.00 a pelo, con algo de frío pero con risas. Ya estamos aquí, me dan la mano para salir del agua, comienzo a trotar y me voy quitando el neopreno. Llego al box, me cambio tranquilamente y escucho a mi hermano animarme. En cada momento puedo decir que es impresionante, que el Titan no es una prueba, sino un sentimiento. Puedo afirmar que cada instante que recuerdo de la carrera es único. Salgo con la burra bien enganchada y comienzo el puerto junto a Nieves. Muy cómodo como siempre en Las Palomas. Llegamos arriba y veo que Nieves baja bastante fuerte. Yo me pongo el periódico y prefiero regular un poco más, aún queda mucho. Hago todo el tramo de la bicicleta prácticamente sólo, salvo unos máquinas que me pasan a una velocidad de vértigo. Veo la señal, El Bosque, aquí empieza el Titán. El Boyar es un puerto único, porque es tan constante que puede desesperar, porque parece estar aliado con el sol para provocar cansancio y porque te permite exprimirte hasta el final, sin que apenas lo notes. Me doy cuenta de que me he equivocado en la alimentación y decido arreglarlo un poco…aunque es algo tarde. Gracias a todos los camaleones que nos animaron, es increíble como tu cabeza cambia el chip cuando escuchas los gritos de ánimo. Veo a mi hermano, a mi madre, a Jacobo, a mi novia, mi padre…. estaban todos animando. Los paso y veo que me quedan unos dos km para el puerto. Me pongo de pie y sigo pedaleando pero noto que algo no va bien, las piernas me pesan y mi cabeza comienza a flaquear. Psicológicamente me veo fuerte y pienso que ya no me queda nada, que tengo que sufrir. Javi me alcanza en el tramo final del puerto y le digo que voy algo cargado, que siga. La Palomitas… ahora si había comenzado el Titán. El sol, la pendiente, completamente solo, hago la subida haciendo eses, mi cuerpo va al límite, las piernas me tiemblan y noto que el corazón va a estallar. Con suerte y mucho empeño alcanzo la cima, muy mareado y seguramente deshidratado. La bajada no es menos, siempre peligrosa pero en esas condiciones… ufff, primera curva y noto que me voy, que no controlo la bici, pienso en poner el pie en tierra pero no lo voy a hacer. Bajo el ritmo y comienzo a descender muy tranquilo, me encuentro con un bache que me provoca un susto enorme, se me monta el cuadriceps del susto y encima la bici comienza a hacer un ruido que aún hoy no he podido encontrar. La bajada se hace complicada, estiro encima de la bicicleta como puedo, y sigo bajando a un ritmo muy bajo. Justo entrando en el box veo a Rafa, le digo que voy bien pero que voy a estirar, se que mi presencia allí le daba el ánimo suficiente para correr como una gacela. Salgo del box y me detengo a estirar. En ningún momento pienso que esté perdiendo cinco minutos, seguramente el sufrimiento hubiese sido terrible sino paro. Una carrera a pie en constante lucha. La carretera y tu, los kms y tus piernas. Calambres y dolores, alguna lágrima desprendida por el dolor, pero la constancia suficiente para no parar. No puedo parar, ya está Zahara aquí. Me cruzo con Javi, Gazapo, Esteban y Marco, ¡vamos! ¡ya estamos de vuelta! Como cerrando los ojos llego a Zahara, no se muy bien como lo hice, pero llegué. Al fin esas ventanas eran grandes, puedo tocar las puertas y hablar con la gente. Dios, que subida a la meta, no podía ser menos. Las últimas rampas no puedo más, ando y en la última esquina veo a todos los camaleones. Me agarro de mi madre y me da la bandera de Andalucia, siempre conmigo. Por fin, lo he conseguido, estoy en la meta. Soy un Titán. Impresionante el sentimiento, estaba muerto, tirado en el suelo intentando respirar, no me queda nada dentro de mí. Finalmente me encuentro con el tercer puesto de mi categoría, un buen recuerdo, una buena anécdota. Volveré, eso es seguro. Porque sin duda alguna, no hay nada como la satisfacción personal de verte superar ese reto.

" Las hojas de encina coronaban a los campeones en la antigua Grecia, cuna del deporte olímpico. En este día todos fuimos ganadores"

Muchas gracias a todos, los que estaban y los que me llevaron a este deporte, por hacerme disfrutar como nunca.

Esto es triatlón, este es el Club Camaleón, sin duda alguna, el más grande que pueda existir. Estos son algunos de los miembros que fomaron parte de este gran día, todos ellos, dichosos por estar presentes.

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo