La semana no era la más indicada para correr la distancia, porque el entreno estaba siendo duro y el descanso... regular. El estrés a lo largo de la semana me hacia dormir poco y mal y entrenar con la cabeza más fuera que dentro. El tiempo tampoco acompañaba, frío y lluvia, algo a lo que no me adapto nada bien. Finalmente llegó el viernes y la verdad, tenía ganas de correr y de poder mejorar mi marca. Entreno bien en la piscina el viernes, muy buenas sensaciones en el agua. El sábado paseo con la burra de montaña y ufff!!! Que bien me encuentro. El sábado me acuesto y duermo regular, porque el sueño me lo quitan otras cosas, preocupado por si llueve el domingo, y siendo consciente de que si llueve no corro, me perjudica y además puedo caer enfermo en un momento que no es conveniente. Suena el despertador, son las 8.00, ducha rápida, me visto, preparo las cosas y a desayunar. Tengo la fortuna de tener como compañero a mi hermano Carlos (gemelo) con el cual he quedado a las 8.30 para desayunar. Cola-Cao y tostada con aceite, que bien me sienta. El cielo nublado, ha llovido por la noche, parece que va a volver a llover, aún tengo esperanzas de que no. Llegamos al parque del Alamillo, recogemos los dorsales y cuando todo esta preparado para calentar ¡zas! chaparrón que no para. Joder, ahora que hago, venga aguanta un poco porque quieres correr, vas bien abrigado no va a pasar nada. Además llevas un chubasquero que ganaste en el Titán, jejeje. Calentamos, muy poco, bajo la lluvia, y tengo mucho frío. Mi novia me dice que me lo piense pero que si quiero correr... que yo me conozco bien. Nada que es la hora y me decido, vamos a intentarlo, total, si no me veo bien me retiro (eso no hay quien se lo crea, menuda cebolla tengo sobre los hombros). Comenzamos a correr, vamos juntos Musam, mi hermano Carlos y yo, bien, parece que vamos bien. Los 3 Km. primero a un ritmo bueno, vamos a una media de 4:15 y bueno, creo que voy calentando. Mierda, ya esta lloviendo otra vez, chaparrón que no para hasta el Km. 7, dios mío, estoy empapado, las piernas heladas, los pies... joder, encima no puedo dejar de tiritar, deja de pensarlo que ha parado un poco y sigue corriendo. Pasamos por el Km. 8 y veo a mi novia, a Sofía y a mi hermano mayor, nos animan y les digo que voy un poco apretado, que no me veo bien, pero bueno, ¡vamos!!! Mi hermano Carlos me anima. Le digo que baje un poco que no puedo, que no me encuentro bien. Llegamos a la parte más dura para mí, del Km. 12 al 17, bordeamos el río Guadalquivir, menudo viento y con agua, mucho frío, pienso que tengo que intentar entrar en calor y amago quitarme el chubasquero, veo que dentro las camisetas están empapadas, no puedo dejar de tiritar. Me quito los guantes, me cierro de nuevo el chubasquero, pero nada, no hay manera. Creo que el ritmo que llevo es lamentable, el flato es compañero de viaje y el dolor en la espalda, creo que por el frío, insoportable. En el km 16 ha salido un poco el sol y creo que me encuentro mejor, pero nada, vuelve la lluvia, además a mares, joder, quien me mandará correr. Mi hermano se preocupa y me dice que no apriete, que ya entramos en meta y punto, que hemos ido a entrenar, pero él sabe bien que yo quería mejorar mi marca. No ha podido ser. Llegamos al estadio olímpico después de haber visto a un chaval con una hipotermia increíble, la verdad me acojone. Al final nada, 1:36:00, a 4:30, cuando quería hacerla a 4:15. Otra vez será. Mi hermano intenta alegrarme después de la carrera, pero sabe que estoy decepcionado, aún hoy sigo igual. La verdad es que las condiciones no eran las mejores, pero creo que podría haber mejorado la marca. Espero seguir entrenando para mejorar, y sobre todo mejorar esa técnica que tan lejos está de ser buena. Al final, nada, un buen rato con los amigos camaleones, felicidades a Anastasio, Marco e Iván por su buena carrera, a mi hermano y a Musam por no dejarme solo, sino..., a Adri y a Jacobo por seguir con sus ganas de mejorar cada día más. Espero poder mejorar ese dichoso tiempo algún, día, por lo menos estoy convencido de que puedo hacerlo, y como bien se dice, "Querer es Poder".
