4 de junio de 2009

Conciencia /rse

Hoy quiero escribir sobre un tema que conozco de manera muy tangencial. La verdad es que apenas me atrevía a hablar sobre él antes de que ocurriese esto, pero si es cierto que entre compañeros se ha murmurado y criticado mucho la evolución que presentan estos casos.
Hace ya algunos años empezaron a originarse en Sevilla una serie de Asociaciones de Ocupación y Autogestión que pusieron sobre la mesa nuevas formas de organización urbana y asociación social. La realidad es tan sencilla como entender el funcionamiento de un centro social de manera horizontal, es decir, sin jerarquías. A primer vista es muy sencillo pensar que este procedimiento es de producto nulo pero lo cierto y lo real es bien contrario. Con el tiempo estas asociaciones han ido tomando cuerpo y forma, logrando organizarse y dar alojamiento a diversas propuestas de la ciudad.
Me gustaría que se entendiesen algunas cosas, y que además se tuviesen en cuenta a la hora de realizar valoraciones sobre el tema. En primer lugar hay que saber dónde se alojan estas actuaciones, en segundo por qué lo hacen allí y en tercero y no menos importante cuál es el cuerpo físico verdadero que toman. Esto es muy sencillo entenderlo, haciendo valoraciones históricos y urbanísticos, que aunque presentan un desarrollo algo más complejo me limitaré a contestar para poder defender lo que aquí se expone. Hay que conocer muy bien que la ubiación de todos estos movimientos se ha desarrollado en la zona norte de la ciudad, focalizándose concretamente en la zona conocida como "barriada de San Luis". Esta ubicación tiene un motivo y por supuesto puede ser argumentada gráfica y literariamente, pero considero que es más productivo que aquellos que estén interesados investiguen dadas las conclusiones a las que se puede llegar de manera personal. Lo que quiero recalcar es que este tipo de actuaciones tienen un arraigo de tanta fuerza en su lugar y un procedimiento que ha demostrado ser tan potente para las agrupaciones sociales que no tiene ningún sentido eliminarlas, en todo caso rehabilitar algunas de sus instalaciones para "fomentar" este tipo de hábitat. Con esto no me refiero de forma positiva a una ocupación frenética y desenfrenada, sino a una ocupación legal, en moralidad, urbanismo, historia y sobre todo implicación social, ¿O es que acaso esto no es sostenibilidad? A día de hoy muchas personas han perdido el material de trabajo de muchos años, han forzado el abandono de instalaciones que de seguir así están destinadas a morir, como tantas otras en esta ciudad y en este país. Además nos lo presentan con una imagen falsa y deformada, sabiendo y siendo conscientes de que se están equivocando. Ahora solo me puedo preguntar ¿qué hacer? ¿cómo hacerlo? ¿por qué permitirlo? Desde aquí, desde este simple blog, me gustaría sumarme como uno más, en persona y criterio, a las críticas que deben y tienen que hacerse a este tipo de hechos, esperemos que el tiempo devuelva al menos, la conciencia a las personas, para poder defender y valorar lo que nos rodea. Al fin y al cabo es nuestra ciudad, y parece que ahora, quieren desfigurarla. Por si alguien no lo sabía hablo del Pumarejo, de la Fábrica de Sombreros, de La Alameda, La huerta del Rey Moro... y tantas y tantas casas taller que se han desalojado. Porque señores, la ciudad no son solo edificabilidades y ocupaciones, sino formas de habitar, de ocupar y de vivirel espacio que nos rodea.

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo