24 de febrero de 2010

Vuelvo a las andadas

El tiempo pasa y no aparecía por aquí, quizás el único lugar para la palabra que no se fuga, que se mantiene con el paso del tiempo y que además me permite contar y reflexionar sobre las cosas que hago a diario.
Hoy escribo con la satisfacción de saber que he terminado aquella carrera que comencé con la desnudez de un adolescente y que hoy me hace sentir, al menos de momento, más viejo y más ignorante. Ser arquitecto no implica ser más sabio, aunque espero que el tiempo y las experiencias me hayan dotado de algo más que de números, estructuras y estrategias de proyecto. A pesar de que la próxima entrada irá dedicada a ellos quiero agradecer a todos su ayuda para lograr este reto, a mi familia, a mi novia, a mis amigos y, como no, a los libros. Han sido seis años intensos, llenos de horas de sueño, de prisas, de papeles y de entrenamientos, de competiciones y de entregas, de proyectos, y sin duda alguna, de arquitectura, esa gran desconocida de la que os hablaré en breve.
Ahora comienzo un nuevo reto, ser bombero. De momento me lo tomo con más serenidad de la que será necesaria, pero no quiero impacientarme, hay cosas que tengo que hacer ahora y que son necesarias para mi persona, algo que en definitiva considero único. En este 2010 se presentan nuevos momentos que prometen ser marcas definitivas en mi pensamiento y mi forma de mirar, ahora solo tengo ganas de seguir y de disfrutar, de trabajar y de ser terco con las cosas que quiero, porque esa es la única manera de alcanzar los sueños. Gracias a todos por estos años únicos.
Espero que os guste la nueva cabecera del blog.

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo