30 de octubre de 2013

Temprano

Hace casi un mes estaba contando la gran satisfacción que recibí al ver el tiempo de la media maratón que realicé en Jabugo. Después de estas semanas de entrenamientos he podido ver una vez más que el trabajo y la perseverancia dan sus frutos siempre. Este año uno de mis propósitos era mejorar mi marca en diezmil, y aunque lo había intentado con bastantes ganas en el mes de mayo y junio no había sido capaz de conseguirlo. Casí por desidia decidí olvidarme de este objetivo en este año, sobre todo porque iba a centrarme en entrenamientos para comenzar mi andadura en la larga distancia del triatlón y eso seguramente iba a traer consigo la pérdida de un puntito de velocidad que resultaba necesaria para mejorar la marca. Con estas premisas comencé a entrenar la segunda quincena de agosto, con el primer objetivo muy claro,mejorar mi marca en media maratón. Después de dos meses y medio, ayer día 27 de octubre logré, sin buscarlo (al menos hasta el seismil), mi mejor marca personal en diezmil, conseguí hacer unos (para mí) más que aceptables 36:50, marcando un ritmo medio de 3:41 min/km. Lo mejor de todo no fue esto, que ya fue una grata sorpresa, lo mejor fueron las sensaciones de correr con alegría, con el sufrimiento justo que requiere ir a ese ritmo y como la sensación de disfrutar cada km. Disfrute el primer tramo de carrera, que comencé junto a mi hermano Carlos y Tinoco hasta el km 2, donde pensé que íbamos algo rápido para mí y decidí descolgarme un poco. Me agarré todo lo que pude al grupeto que venía por detrás, a pocos metros de nosotros y con ellos decidí hacer la carrera. Sin embargo, para mi sorpresa en el cincomil (más o menos) nos alcanzan tres atletas del grupo de "amigos del parque María Luisa" y viendo que llevan un puntito más y que yo me encuentro bien decido pegarme a ellos. Ya no iba a dejarlos en ningún momento. Poco a poco iba mirando el reloj y viendo que la media era muy buena y que el ritmo de carrera no decaía. En el km 8 Alberto, compañero y entrenador del CD Osset San Juan que estaba disfrutando de la prueba, se mete en carrera y me anima a seguir a tope. Viene en el grupo con nosotros hasta el km9 y una vez allí, me dice "a tope, no queda nada". En el km 8´5 me di cuenta de que había serias opciones de bajar de 37 min, y viendo el gran bocado que se iba a llevar la marca no dude ni un solo momento que lo iba a lograr. La verdad es que están siendo entrenamientos duros en distancia y ritmos, pero las satisfacciones están siendo muy grandes. Parece que ocurra lo que ocurra de aquí a final de año voy a terminar muy contento. Espero confirmar las buenas sensaciones en futuras pruebas y poder arriesgar en alguna para valorar del todo los resultados. De momento sigo con mi planificación de cara al medio de IM de primavera. Aún quedan muchos kms por hacer y muchos momentos de sacrificio, pero sin duda alguna la vuelta al triatlón y al atletismo popular se está haciendo muy amena. Felicitar a todos los compañeros del CD Osset San Juan, corren a un nivel increíble que me hace mejorar cada día.

"Nunca pienso en el futuro. Llega suficientemente temprano" (Albert Einstein)

7 de octubre de 2013

Paciencia

RAE: "Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho"
"Lo bueno toma tiempo" (John Wooden). Así ha sido. En apenas seis semanas de entrenamientos, en este periodo tan peculiar que algunos aún llamamos pretemporada, he conseguido mejorar mi marca en diezmil y en media maratón. Aunque los objetivos aún siguen algo lejos (por allá por diciembre llegarán los primeros) la satisfacción que otorga encontrar el beneficio al esfuerzo y a la paciencia por mejorar no tiene precio.
Primero fue en La Algaba, sin duda una carrera prematura en el calendario que se plantó con la obligatoriedad que representa el hecho de que todos tus compañeros de entrenamiento estén allí. Lo mismo ha ocurrido con la media maratón Jabugo-Aracena (Ruta del jamón), a la que tanto miedo le tenía y a la que tanto respeto le sigo teniendo. Una carrera de unos 22kms que transcurre completamente sobre una sinuosa línea de asfalto. Cubrir el recorrido sólamente ya es un logro. Menudas son las rampas que trasladan a los corredores hasta Galaroza y hasta Fuenteheridos, sin hablar de los tramos constantes de subida por la carretera.
    Amanecía una mañana muy agradable, el ambiente con los compañeros del CMD San Juan era inmejorable y las ganas de hacer una buena prueba me hacían tener muchos nervios, quizás más de los necesarios. Tenía claro que iba a hacer mi carrera, salir algo reservón (si es que se puede) y hacer un progresivo al final. La salida fue muy bien, todo sobre ruedas con una larga bajada que nos llevaba a la carretera de Aracena. Pocos kms habían transcurrido cuando aparece la subida a Galaroza con más de un apretón y con la inseguridad que siempre me ha dado en este tipo pruebas a flor de piel. El ritmo era bueno, algo más rápido de lo que quería o pretendía pero iba bien. Enganchado a varios atletas llegamos a Fuenteheridos, la compañía de Jose Alamo (compañero del club) hace que la subida, que es tremenda, se haga un poco más agradable. Aún así al llegar arriba no es que apareciesen los fantasmas del pasado, es que iban enganchados a mis lumbares para no perder su costumbre. La cabeza empieza fundirse en una nube de dudas que no me ayuda nada y empiezo a pensar que la larga distancia no es para mí. Veo a mi hermano Carlos, a Jose que ha tirado un poco en la bajada y algunos corredores más y no siento ni la más mínima fuerza para intentar cogerlos. Decido regular, como siempre, con lo que eso conlleva. Sin saber muy bien el por qué y el cómo en algo menos de un km las sensaciones vuelven a ser muy buenas, la espalda se ha aliviado muchísimo y la respiración se ha regularizado (con unos ejercicios de respiración profunda). Me empiezo a venir arriba y a pensar en recuperar e ir progresivamente apretando. De repente vuelvo a ver a Jose y a mi hermano y en  entre nosotros, un regajo de corredores que van a una buena marcha pero a los que claramente puedo utilizar como mini-objetivos. Uno a uno voy pasando atletas y en el km 16´5 más o menos me lanzo a intentar coger a mi hermano y a Jose. Paso a Jose y en la subida llego a la altura de mi hermano Carlos, ¡joder! ¡qué subidón! voy apretando y me encuentro muy  bien. Consigo llegar con mi hermano y un atleta más hasta la base de la última cuesta, "aprieta" dice mi cabeza. Llegamos a la entrada de Aracena, ya todo es cuesta abajo, ¡¡¡km 20´5!!! Al final unas sensaciones de victoria increíbles, casi 22kms a ritmo de 4 min/km y con una alegría que nunca había experimentando en estas carreras. Encima puesto 23 de la general (más de 400 atletas) y un lote de surtido ibérico que hemos ganado. Como colofón todos los compañeros del CMD , haciendo gala de su nivel, hacen una carrera espectacular y somos el único club que ha metido cinco atletas entre los veinticinco primeros. Sin duda alguna la mejor carrera de larga distancia que he realizado en mi vida. Ahora a seguir entrenando, porque vienen muchas cosas por el camino y las ganas son muy altas.
Sin duda la temporada se presenta apasionante, siendo consciente de que aparecerán los momentos duros y que habrá que esforzarse mucho para mejorar. Pero al mismo tiempo, siendo conocedor del camino adecuado.

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo