20 de febrero de 2014

Objetivos

Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce. (RAE)

   Después de cuatro de meses entrenamientos con un gran esfuerzo pude conseguirlo. Como siempre escribo tarde, pero esta vez no podía dejarlo pasar. Este año la temporada estará enfocada a la vuelta al triatlón y, en consecuencia, quería mejorar antes de nada  mis marcas corriendo para poder centrarme después en los tres segmentos con garantías. El objetivo era claro, mejorar el diezmil y la media maratón. 
    La planificación era exigente, seguramente porque tendría que compaginar entrenamientos y periodo de formación (en el trabajo) y sabía que iba a tener que esforzarme a tope. Por el camino se han presentado muchos momentos buenos, representan una mayoría abrumadora y eso ha provocado un incremento casi exponencial de la confianza en mí. Sabía que los tiempos iban a mejorar, pero necesita hacerlos. El diezmil salió pronto, por noviembre conseguí meter los 36´ que tanto ansiaba, aunque ahora creo que puedo y que debo intentar mejorarlos. El problema vino con la media maratón. La propuesta era muy clara, mejorar 1:24, tampoco mucho, pero mejorarlo. Las medias siempre me han resultado muy duras, sobre todo anímicamente, me hacía un flan a partir del 16 ó 17. Empecé en Jabugo con una marca cómoda, era septiembre (si no recuerdo mal) y llevaba pocas semanas de preparación. Aún así muy contento. Después vinieron algunas cortas como Alcalá o el Casco y la prueba de fondo del aljarafe, un quincemil que salió de libro. Todo parecía ir perfecto. Llego la primera media en la que intentarlo, la media de Camas. Mucho frío y viento y al final... ¡¡¡1:21!!! Más que sorprendido por mi rendimiento y por las sensaciones. Fue un punto de inflexión. Entonces pensé que tenía que intentar bajar de 1:20, como fuese, que tenía tiempo y que podía. Los Palacios sería el primer intento. Como ya conté llegue bastante cargado de entrenamientos, y de una infección que me tenía a base de antibióticos con las fuerzas un poco bajas. Salí a tope, pero tuve que regular y no pudo ser. Aunque fue una marca buena pensaba que había perdido una oportunidad y decidí inscribirme a la media de La Cartuja. Antes, en Villamanrique disfruté del cross y pude probar un nuevo tipo de pruebas. Otro problema, porque me encantó.
   El día era espectacular, temperatura perfecta, gran ambiente, prueba llana y muchas ganas. De fuerzas iba muy bien, incluso un pequeño catarro de esa semana había desaparecido. Lo tenía claro, "hoy lo hago". Mi hermano Carlos me acompañaba como liebre en preparación del gran maratón de Sevilla. Empezamos muy controlados, el ritmo que tiene que ser para llegar en unos sgs menos de 1:20 y vamos perfectos. Pasamos el diezmil y ni me entero, voy espectacular. La sensación de poder ir a más es un lujo. Vamos apretando un poco hasta coger un pequeño grupo en el 16 y siento que puedo seguir. Empezamos a rodar muy rápido, ni siquiera miro el reloj. Voy bien. Ya en la Cartuja apretamos de manera definitiva, el grupo se rompe y afortunadamente soy yo el que lo revienta. Salgo con todas las fuerzas que tengo en 18 y pienso que voy a conseguirlo. A las puertas del estadio tengo una fatiga considerable y pienso que me he equivocado, pero a esas alturas, como bien dice el mister "es cuestión de darlo todo". Entro en la pista pasando a dos o tres más y veo en la pantalla 1:19:06... ¡menuda pasada! Que sensación tan grande, por fin he conseguido correr disfrutando y lo más rápido que tenía. El objetivo estaba, y se había conseguido. 
   Ahora me ha tocado un mes con un poco menos de intensidad, en marzo vuelta a la normalidad y a preparar los grandes retos de 2014. Una alegría enorme difícil de explicar. Gracias a los compañeros de CD Osset San Juan que siempre insistían en que lo podía hacer y porque además me aguantan los cambios tan bruscos que pego haciendo series. También al mister, Alberto Abeja porque ha conseguido sacar algo que no pensé que tuviera y porque además sigue diciendo que "hay margen". A mi hermano por acompañarme en la prueba y por animarme, sabe que era una cuenta pendiente muy grande para mí. Este fin de semana les toca a ellos en la Maratón (con mayúsculas). Allí estaré para animar, aunque no necesitan mucho, están más que preparados. Como diría Chema, "No lo pienses, corre".

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

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Erase una vez un largo