9 de mayo de 2013

Yo corro por Borja

Parece que yo estoy corriendo más que nadie, no me refiero ni a ritmos ni a marcas, sencillamente a la acción de correr. Los que yo deseo que corran no lo hacen, pero al menos no permanecen estáticos del todo y me han dado una tregua para quitarme la barba. No es poco con el calor que nos asola.
 El domingo pasado disfrute de una gran carrera, un gran ambiente, una gran organización y una inigualable compañía. Íbamos corriendo. Participé en la I Carrera Popular "Yo corro por Borja", el objetivo era muy claro, recaudar el máximo posible para el tratamiento de un niño de La Puebla del Río que tiene el Síndrome de San Filipo. Después de llevar muchos años pagando por correr esta ha sido sin duda la carrera que más lo ha merecido. La participación fue abrumadora, la gente aún sigue volcándose con estas situaciones y eso es algo para admirar, demuestra que el ser humano, quizás de manera más profunda, sigue vivo. La carrera constaba de un circuito de una vuelta de cinco kms, aparentemente esto puede parecer algo sencillo, pero la persona que me acompañaba además del gran motivo anterior estaba empujada por su debut. Uno siempre recuerda su debut y en este caso pretendíamos que fuese con una sonrisa. Es curioso ver como cinco kms pueden asustar tanto a alguien, ya no recuerdo cuando le perdí el medio a desfallecer en una carrera, quizás aún se lo siga teniendo. Para los que llevamos tantos años corriendo es fácil, aprieta hasta que puedas y luego... ya se verá,  pero para una persona que comienza cualquier pequeño reto parece el mayor reto de todos y la valentía con la que hay que enfrentarse es mucho mayor porque no quieres ni imaginarte el no poder conseguirlo. Hay coraje, mucho, esfuerzo, demasiado y quizás, un derroche de respeto hacia el sufrir que cualquier carrera origina. Allí estaban todos los ingredientes y mi acompañante no hizo más que ponerlos a hervir para cocinarse ella solita la carrera. A mi no me demostró nada, yo sé muy bien cual es su capacidad, pero ella se ha demostrado mucho. Ahora solo espero que no se anime tanto como para cogerme, porque con su carácter es capaz de eso y de mucho más. Lo que me alegra es saber (una vez más) que pasito a pasito, gota a gota de sudor, se consiguen todas las cosas. Espero que el año que viene Borja vuelva a tener su carrera, se lo merece y, sin duda alguna, allí estaremos de nuevo nosotros dos.

1 comentario:

Jesús dijo...

Merece la pena. No nos cuesta correr por correr. Hacerlo además por causas como estas, lo que dices, es un gusto pagar la inscripción.

Enhorabuena a los dos
(y a los que ser retaron a correr por esta causa)

Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo