25 de noviembre de 2014

En temporada cerrada no entran moscas

   Hay que cerrar etapas para empezar otras nuevas (y mejores). Llevaba tiempo queriendo cerrar la temporada pasada, así que dejaré por escrito algunas notas que he sacado después de ver todos los entrenos apuntados en el cuaderno correspondiente.
   En primer lugar decir que he podido volver al triatlón, y que ha sido de nuevo una decisión más que agradecida, porque a pesar del sacrificio de tiempo y esfuerzo que supone, siempre me recompensa con muy buenos momentos.
   El objetivo de la temporada era el Titán, una prueba a la que prometí volver si conseguía mi tan ansiada plaza. Desde el primer día de la temporada, el 16 de agosto de 2013, lo tenía grabado a fuego en mi mente. En un primer periodo me centré en mejorar mi carrera pie, mi gran lastre años atrás en las pruebas de larga distancia. Me llevó hasta finales de enero y por el camino me encontré con 36´en el diezmil y 1:19 en la media maratón. Objetivo más que cumplido. Todo ello de la mano del entrenador Alberto Abeja, que consiguió sacar lo mejor de mí, y sobre todo, hacerme disfrutar en las pruebas.
   Después empezaron los duatlones y los triatlones y siguiendo el objetivo del Titán fui intercalando triatlones sprint, olímpicos y medios. Quizás muchas pruebas y muchos kms, pero las ganas podían sobre todo. Los meses de verano fueron los más duros para entrenar, pero la variedad que presenta Sergio García hace que uno pueda llevarlo mucho mejor. Consiguiendo seguramente en estos meses la mejor forma física sobre una bicicleta que he podido disfrutar (a pesar de no tener segmento ciclista en el Titán).
   El final es de sobra conocido, no voy a repetirme. Los entrenos quedarán para el futuro, y sobre todo la gente que he podido conocer y las experiencias. Nuevos compañeros del CT Camaleón, con un nivel que asusta y compañeros de sufrimiento sobre las dos ruedas del club Los Pitijopos. Terminé con unas molestias (algo más serias de la cuenta) en la zona del isquio izquierdo y la cadera, seguramente por la carga sometida. Habrá que recuperarse y volver, porque las ganas (a día de hoy y después de unas semanas ya con la nueva temporada) no han desaparecido. Este año de momento me alejo de la larga distancia, prefiero y tengo ganas de exprimirme en diezmil y triatlones y duatlones cortos. Aunque ya veremos como se plantea el año, uno nunca sabe lo que puede aparecer.
   Me quedo con toda la gente que me ha vuelto a apoyar, sería imposible algunos días levantarme de la cama sin su empujón.
Aquí dejo un breve resumen de pruebas y distancias totales realizadas en estos 14 meses.
Carrera (2976,29 kms). Ciclismo (7541,4 kms). Natación (233,325 kms).
   Popular de la Algaba, Nocturna del Guadalquivir, Media Aracena-Jabugo, Popular del Casco Antiguo, Gran fondo del Aljarafe, Media de Camas, Trail Las Palomas, Cross de Villamanrique, Media de la Cartuja, Duatlón de Chiclana, Triatlón de Cádiz, Trialón de Sevilla, Medio OF Sport, Conviviencia cicloturista Sanlucar, Triatlón de Posadas, Copa de España de Bomberos, Titán.

El éxito es dependiente del esfuerzo.
Sófocles

29 de septiembre de 2014

Tan..ti... tán..

Bueno, se acabo lo que se daba, al menos en esta temporada (o eso creo). Ahora y antes de hacer un balance del año, toca hablar de lo que pudo ser y no fue.
Por el mes de enero ya tenía decidido que el objetivo del año sería el Titán X, un triatlón que me encanta en muchos aspectos y que había sido objeto de promesa en mis años de opositor. Prometí que volvería y así quería que fuese. Todo, prácticamente todo el año estaba enfocado a este día. Después de meses de entrenamientos largos y exigentes, estaba deseoso de escuchar la bocina que diera la salida. Sólo quería competir conmigo y con el lugar. Me sentía más que preparado, quizás la mejor forma física que me haya conocido. Todo debía salir bien. Sin embargo, hay cosas que uno no puede controlar, y las condiciones meteorológicas son una de ellas. A las 5:30 am del sábado 27 de Septiembre me desvelo escuchando el diluvio que está cayendo. Pienso que es pasajero, que parará y que en hora y media me despertaré y estará el día perfecto para comenzar a sufrir y disfrutar de la prueba. No fue así. No paro ni un solo instante. Desde que salí del apartamento a las 7:00 sabía que algo iba a cambiar ese día, y eso, sinceramente, no me gustaba nada. Mi cabeza no estaba pensando en dar pedales, o brazadas o zancandas, estaba pensando en qué iba a ocurrir. Al final lo que ya es sabido por muchos. Se suspende el segmento ciclista, la parte que ha supuesto un 65-70% del volumen de entrenamiento y quizás la parte más bonita del Titán se ha esfumado. En ese momento dejo de pensar en competición, en triatlón y seguramente mi cabeza daba por finalizada la temporada. A pesar de ello cambian el tipo de prueba, y bueno, aunque no es ni lo que se ha entrenado ni lo que quiero hacer, me animo a participar. Serán 4 kms nadando y 37 kms de carrera a pie, con subida al puerto de Las Palomas.
La salida es a las 10:00. He desayunado a las 6.00 y he estado mojado por la lluvia y de pie desde las 7:00. sin comer ni beber nada. No pensaba que fuese a hacer una prueba, pensaba que mi objetivo había desaparecido. Empezamos a nadar, para mí, el agua estaba fría, aunque en pocos metros se nada cómodo. Voy acoplado toda la primera vuelta (2000 m) a un grupo de cinco o seis nadadores. El ritmo es muy cómodo y como las boyas no se ven, prefiero quedarme resguardado. Empieza la segunda vuelta, me despisto unos metros y no llevo a nadie alrededor, pero yo veo la boya frente a mí y decido seguir con mi trayectoria. Todo el rato nadando solo. Llegando a la boya me freno un poco y en ese momento un triatleta me pasa por encima, así es, un pantano entero para 220 tíos y en el punto de 2800 (aprox) me tiene que pasar por encima, mucha tela. Me sigo orientando sólo y voy haciendo metros a un ritmo alegre pero cómodo. Muchas olas de vuelta para la salida y tragando un poquito de agua para no perder costumbre. En 1:16:59 estoy fuera del agua. Los dedos de los pies helados y poco más. Transición lenta, calcetines, medias de compresión, cordones en las zapatillas,... se me olvidan un gel que tenía tipo barrita para tomarlo al salir y mi bote de powerade para hidratarme un poco. De puta madre. En principio me preocupa poco, empezamos los 15 kms de subida (sólo subida) al puerto de Las Palomas. Voy corriendo bien, me molestan los dedos de los pies que parecen estar entrando en calor. Hago una subida buena, pocos avituallamientos (para mi gusto) y mal pensados, porque con un vaso de cartón es imposible correr y si te parar a beber como se debería pierdes el ritmo por completo. A esto sumarle que los avituallamientos móviles no llevan nada, hasta tres paré en carrera a voces y ninguno llevaba nada. Es igual, pasando del tema pienso. Llego arriba bastante entero, me tomo un gel y hago el cono para volver. Empiezo a bajar y en cuestión de un par de kms noto que los gemelos están sufriendo. Pienso que es por el cambio de zancada y que ahora se acostumbraran. Nada de nada. A los cuatro kms de empezar a bajar se monta el gemelo izquierdo. Si estaba desenchufado, en ese momento puedo decir que me apago. Sigo bajando como puedo, sin apenar poder estirar la zancada y disfrutando más bien poco. Ahora sí, me paro en cada avituallamiento porque creo que estoy deshidratado y además intento comer. El estomago está como un globo, como pero no me sirve para nada. Se acabó, a terminar como se pueda y ya está. Al final, se hacen los 37 kms corriendo, con mucho dolor sobre todo en la pierna izquierda, del gemelo ha pasado al femoral, al glúteo y al lumbar. Encima lloviendo y con frío y con muy poco fuerza mentar para exprimirme como se merecía. Llego a meta en 4hora 30 min con la sensación de no haber hecho mi prueba. Así es. De todas maneras hay que pensar que algo es algo, y que al menos pudimos nadar y correr. Todo fue muy extraño. Incluso hoy sigo dándole vueltas al coco, pensando que hacer, si no parar y apuntarme a Mazagón o dejarlo pasar y pensar en la próxima temporada. De momento esta semana voy a descansar y aclarar la mente un poco.
Me gustaría acabar con lo mejor que he podido sacar de esto, además del volumen de entrenos (que para algo servirá). No es otra cosa que el apoyo de mucha gente, de Miriam, que se ha comportado todos estos meses aguantando días de mucho cansancio y mucha planificación y encima me sigue animando a disfrutar con lo que más me gusta. A mi hermano Carlos, por ir detrás mía y ser el más legal en toda la prueba, no me ayudo a nada,jejejjee, gracias porque si no llegar a venir no habría motivación ni para nadar. A mi madre, mi hermanos Manolo y Javi que estuvieron todo el rato pendientes y a todos los colegas (Ciervos, Jaco, Iván, Lucia, Paco, Pilis, Hugo, Guille, Julio, Oscar, Furest, Migue, Sandra, Ro, Mari, David Jurado, Alamo, Parejo, Leiva, Jorge Alberto Abeja, Tinoco, Sergio... seguro que se me olvida alguien) porque siempre han confiado en mí. A mi cuña, sus padres y familiares porque con el wasap petaron el móvil,jejejeje. Además del buen ambiente con los camaleones, sobre todo con grandes de este club como Gazapo, Guadiana y Esteban, que son unos clásicos en días como los de este fin de semana. Gracias a todos, ha sido una temporada muy buena, aunque el cierre haya sido tan poco agradable. Gracias a todos y nos vemos en breve, con más fuerza y con más ganas.

23 de septiembre de 2014

Copa de España de bomberos

   No tenía pensado subir la crónica de esta prueba, pero antes de enfrentarme al final de la temporada en el Titán X, he pensado que estaría bien contar el pedazo de fin de semana que disfrutamos en Zaragoza.
   Se trata de una prueba que desconocía por completo, está organizada (muy bien) por el Servicio de Bomberos de Zaragoza y discurre por un trazado muy atractivo por la ciudad con una distancia de diez kms. Como representantes de Bomberos de Sevilla eramos ocho compañeros. Cinco viajamos el viernes para poder descansar algo más y hacer el viaje (tan largo) con algo más de calma. El resto viajaron el sábado por la mañana. El viernes disfrutamos de un viaje extenso para conocer un poco más a los compañeros y tener risas y dolores de cadera en el estrecho carro que nos transportaba. Una vez allí en la ciudad disfrutamos de unas cervezas y unas tapas por el centro. A descansar más tarde de la cuenta y a esperar que llegara la prueba.
   El sábado recogida de dorsal, comida de pasta y carrerita de 30-40 min para activar las patas. También disfrutamos de la milla internacional (un espectáculo gratuito y muy aconsejable de ver) y la de veteranos, en la cual el máquina de nuestro compañero Plata hizo tercero y la turbogacela Tony séptimo. Para la cena ya estábamos todos y pasamos una más que agradable noche cenado en un restaurante italiano del centro de Zaragoza. Como siempre risas y buenos ratos que son una buena receta antes de una prueba.
   El domingo amanece un día caluroso, algo que me gusta y la verdad es que con buenas sensaciones en las piernas. Desayunamos en la habitación Sergio y yo y después de los preparativos naturales necesarios salimos trotando hacia la prueba. Mi idea es clara, hacer el diezmil a un ritmo de 3:40, no creo que esté para ir más rápido porque los entrenos del Titán X no lo han aconsejado y porque esa misma semana me he dado bastante leña entrenando. Aún así tengo claro que si llego bien al tramo final apretaré. Dan la salida y como siempre muy rápido, el primer mil a 3:33... y ya pensando que me estoy pasando. Como lo tengo claro regulo y mientras, veo como Sergio y Tony van hacia delante como motos. Por detrás llega Plata a mi altura y estoy un rato junto a él, pero tengo claro que no me quiero pasar. Poco a poco van pasando los kms y los ritmos son más que lo previsto, voy marcando los miles al ritmo previsto con muy buenas sensaciones. Llegando al ochomil veo que voy a 3:41 de media y decido apretar un poco. No fue un poco. Me encontraba bien y además veía a Plata mi compañero y joder, tenía que intentarlo. Al final 36:10 a un ritmo de 3:37 y muy, muy contento. Disfrutando y con buenas sensaciones. Así que además de pasar un gran fin de semana estupendo.
   Mi admiración por el resto de compañeros, que viajaron hasta Zaragoza sólo para disfrutar de una prueba y para representar a Bomberos de Sevilla. Es una muestra de cariño y profesionalidad al mismo tiempo por el lugar en el que trabajan. Todo un ejemplo.
   Como anécdota queda el tercer puesto en mi categoría y como gran objetivo logrado el primer puesto por equipos. Subir a un podium no es normal (al menos para mí) así que se disfruta mucho.


29 de agosto de 2014

Posad@s

Por fin después de dos meses entrenando a secas, he podido disfrutar de una nueva prueba. No estaba muy claro el calendario para el final de esta temporada. Molestias en la cadera, excesivas pruebas en la primera parte de la temporada y el Titán a la vuelta de la esquina hacían que organizar un calendario fuese más complicado. Después de darle muchas vueltas decidí que tenía que ir. Necesitaba volver a competir. No eran las distancias adecuadas al entrenamiento que estoy haciendo, tampoco era un prueba de entrenamiento correcta pero las ganas que tenía de ir eran mucho más importantes. Además, ¡qué mejor sitio que el triatlón Califas de Posadas! Menudos recuerdos tan agradables me venían a la memoria. Hace ya años (2004 si no recuerdo mal) empezamos a forjar una bonita historia este triatlón y yo. Con muchos amigos, muchas pájaras y muchas remontadas. La premisa era clara, disfrutar y hacer lo posible por darlo todo.
Madrugón de los buenos. 6 am con Miriam y la madre para llegar puntuales y prepararlo todo. Hasta la hora de calentar un poco todo sale genial. Viaje, preparación de boxes, desayuno,... todo va sobre ruedas. A las diez menos cinco al agua, apenas se calienta y la salida es un caos. Triatletas adelantados, y bocina al aire. Es igual. Salgo a un ritmo cómodo, muy cómodo. En la primera boya me dan hasta en el cielo de la boca pero aún así sigo nadando muy cómodo. Llego a la segunda boya y veo si puedo apretar un poco. Así es. Poco a poco manteniendo para salir del agua con la sensación de que son muy pocos metros. Genial, ahora viene la bici. Transición lenta y torpe, para variar. Salgo del box con todo metio y a tope. Bajada espectacular con record de velocidad sobre una bici, 85 km/h. Todo un disfrute. Pequeño grupo en el que nadie da relevos. Sólo colaboramos tres y los demás miran, no entiendo muy bien el motivo, pero la gente ha cambiado mucho, antes todo el mundo solía colaborar para que no nos cogiesen por detrás. Ahora eso da igual. Nos coge el grupo que venía detras y yo sigo a lo mío, mis relevos, mis palos en repechos y rotondas y mis risas porque me lo estoy pasando genial. Llegamos a la T2, transición (esta vez si) rápida. Salgo a correr tranquilo y a los dosmil metros aprieto un poco. Hago una carrera progresiva muy cómodo.  Siempre con buenas sensaciones y terminando apretando a tope. Entrada en meta en el puesto 46 de la general, 1:07:12. Todo un acierto ir. Ahora a seguir entrenando porque el Titán está a la vuelta de la esquina y me quita el sueño. Va a ser un gran reto y un gran sufrimiento. Ya veremos que pasa. Antes un aperitivo en Zaragoza en la carrera de bomberos. Me encanta el deporte y el ambiente que genera. ¡Pura vida!


5 de junio de 2014

Trimayo

Curiosidades son, o no. Tres temporadas sin hacer triatlón y tres triatlones he disfrutado este mes de mayo. Después de un intenso inicio de temporada con las medias maratones y las carreras populares, así como algún duatlón, por fin llegaba el momento de volver a lo que más me gusta, el tri.
Empezamos en Cádiz con una prueba planteada como entrenamiento, un triatlón sprint. La natación salió bastante bien, aunque tuve que esforzarme casí a tope para aguantar los ritmos. En la salida de la T1 cagada monumental, zapatillas al suelo y grupo que se escapa. Aún así intento ir a tope para cogerlos, es imposible. Casi me da una pájara cuando decido regular un poco. Me recoge un grupo trasero y aguanto con ellos hasta la T2. Muy castigado mentalmente por la pérdida del grupo cabecero salgo a correr dispuesto a darlo todo. Poco a poco me encuentro bien y termino metiendo el cincomil en unos más que aceptables 17´32´´. Al final contento, aunque con la sensación de que no se puede competir en corta entrenando para larga.
La semana siguiente más y mejor. Triatlón olímpico de Sevilla. Otra prueba de entrenamiento para preparar la reina del mes, el medio ironman de Sevilla. Día posterior al curro, lo que no me permite llegar con el descanso necesario, pero la motivación está tan alta que me da igual. Salgo en la natación fuerte, y llegando a la primera boya me percato de que no voy bien, he tragado agua, me duelen los hombros y sobre todo llevo fatal la respiración. Paso la primera vuelta y bajo el ritmo. Empiezo a tomar sensaciones y cuando la cosa empieza a  funcionar ya estoy en la T1. Afortunadamente mi hermano Manolo me grita que viene conmigo, la sorpresa es mayúscula y la alegría es casi infinita. La bici a tope. Cuarenta kms en 1:04. Intento no dejar a nadie vivo, palos y palos. Relevos con un triatleta de Madrid que va también en moto y con el que casi consigo una perfecta sincronización. Suelto la bici el sexto del grupo de la ola de salida número dos. Me bajo a correr pensado que la bici va a pasar factura. Salgo lento para ver como va y pienso que todo va genial. Cada vuelta más rápido y en poco menos de 38´termino el diezmil, disfrutando de una entrada en meta lenta con mi sobrino Miguel, que me regala el mejor momento de todo el triatlón. Como curiosidad entre el segundo de mi ola de salida, toda una alegría.
Dos semanas de entrenos y recuperación para llegar de nuevo al Medio IM Ofsport Sevilla.
La salida está planteada a las 15:30. Por la mañana hemos dejado todo listo. He descansado bien, he comido bien y tengo la sensación de llegar en buenas condiciones. Después de la revisón del box y del calentamiento ya estamos en el pantalán de salida. Le doy suerte a mi hermano Manolo y... ¡bocina!
En el agua siento que voy cómodo, un ritmo bueno pero cómodo. Primera vuelta y después de unos pocos golpes (van y vienen) ya estoy en mi sitio. Termino la segunda vuelta con ganas de coger la bici. La T1 muy bien. Mi hermano Manolo vuelve a salir cerca mía y eso me alegra y me motiva. Los diez primero kms confirman mis sensaciones, voy a ir a tope sobre las dos ruedas. Sin darme cuenta llego al Chorro, subo como una moto, me encuentro genial. Sigo dando pedales disfrutando como un enano. Incluso llego a cantar en algún tramo del sector de la bici. Giro en Las Pajanosas y a tope para Sevilla. Viento en contra, era de esperar. Hay que apretar un poco más. Sin darme cuenta estoy entrando en Sevilla y empiezo a notar molestias en el cuádriceps derecho. No es nada, ¡vamos!. Hago la transición bien, salgo a correr a buen ritmo pero el cuádriceps esta tocado. Mucho tiempo acoplado seguramente. Estiro 20´´ y sigo. En el km seis me doy cuenta de que el ritmo de carrera será más lento de lo previsto. Tengo calambres. Abductor derecho y sobre todo gemelo izquierdo. Casi me tumbo en el suelo. Aún así sigo motivado y con  ganas. Primera vuelta y muy, pero que muy agotado. Me duele un poco el pecho y las piernas no se ni como las muevo. Intento apretar a ratos y los calambres me recuerdan que no se puede. En el km 17 ya soy consciente de que voy a terminar y estoy casi seguro de cumplir el objetivo del tiempo. Pasan los kms y los sé, incluso me permito apretar al final. Entrada en meta en 04:59:17, he conseguido bajar un medio IM de las cinco horas. Estoy extenuado pero contento. Saludo a los compañeros, como mucha fruta, cojo mi medalla y me voy a la ducha. Necesito agua caliente, tengo mucho frío. Después de la ducha regreso y veo que mi hermano ya ha entrado, muy contento. Ahora toca recoger, recuperar y seguir entrenando. Hay un gran objetivo, seguramente por las dudas que me genera saber si seré capaz de terminarlo. Ya veremos, de momento la moral sigue intacta.



20 de febrero de 2014

Objetivos

Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce. (RAE)

   Después de cuatro de meses entrenamientos con un gran esfuerzo pude conseguirlo. Como siempre escribo tarde, pero esta vez no podía dejarlo pasar. Este año la temporada estará enfocada a la vuelta al triatlón y, en consecuencia, quería mejorar antes de nada  mis marcas corriendo para poder centrarme después en los tres segmentos con garantías. El objetivo era claro, mejorar el diezmil y la media maratón. 
    La planificación era exigente, seguramente porque tendría que compaginar entrenamientos y periodo de formación (en el trabajo) y sabía que iba a tener que esforzarme a tope. Por el camino se han presentado muchos momentos buenos, representan una mayoría abrumadora y eso ha provocado un incremento casi exponencial de la confianza en mí. Sabía que los tiempos iban a mejorar, pero necesita hacerlos. El diezmil salió pronto, por noviembre conseguí meter los 36´ que tanto ansiaba, aunque ahora creo que puedo y que debo intentar mejorarlos. El problema vino con la media maratón. La propuesta era muy clara, mejorar 1:24, tampoco mucho, pero mejorarlo. Las medias siempre me han resultado muy duras, sobre todo anímicamente, me hacía un flan a partir del 16 ó 17. Empecé en Jabugo con una marca cómoda, era septiembre (si no recuerdo mal) y llevaba pocas semanas de preparación. Aún así muy contento. Después vinieron algunas cortas como Alcalá o el Casco y la prueba de fondo del aljarafe, un quincemil que salió de libro. Todo parecía ir perfecto. Llego la primera media en la que intentarlo, la media de Camas. Mucho frío y viento y al final... ¡¡¡1:21!!! Más que sorprendido por mi rendimiento y por las sensaciones. Fue un punto de inflexión. Entonces pensé que tenía que intentar bajar de 1:20, como fuese, que tenía tiempo y que podía. Los Palacios sería el primer intento. Como ya conté llegue bastante cargado de entrenamientos, y de una infección que me tenía a base de antibióticos con las fuerzas un poco bajas. Salí a tope, pero tuve que regular y no pudo ser. Aunque fue una marca buena pensaba que había perdido una oportunidad y decidí inscribirme a la media de La Cartuja. Antes, en Villamanrique disfruté del cross y pude probar un nuevo tipo de pruebas. Otro problema, porque me encantó.
   El día era espectacular, temperatura perfecta, gran ambiente, prueba llana y muchas ganas. De fuerzas iba muy bien, incluso un pequeño catarro de esa semana había desaparecido. Lo tenía claro, "hoy lo hago". Mi hermano Carlos me acompañaba como liebre en preparación del gran maratón de Sevilla. Empezamos muy controlados, el ritmo que tiene que ser para llegar en unos sgs menos de 1:20 y vamos perfectos. Pasamos el diezmil y ni me entero, voy espectacular. La sensación de poder ir a más es un lujo. Vamos apretando un poco hasta coger un pequeño grupo en el 16 y siento que puedo seguir. Empezamos a rodar muy rápido, ni siquiera miro el reloj. Voy bien. Ya en la Cartuja apretamos de manera definitiva, el grupo se rompe y afortunadamente soy yo el que lo revienta. Salgo con todas las fuerzas que tengo en 18 y pienso que voy a conseguirlo. A las puertas del estadio tengo una fatiga considerable y pienso que me he equivocado, pero a esas alturas, como bien dice el mister "es cuestión de darlo todo". Entro en la pista pasando a dos o tres más y veo en la pantalla 1:19:06... ¡menuda pasada! Que sensación tan grande, por fin he conseguido correr disfrutando y lo más rápido que tenía. El objetivo estaba, y se había conseguido. 
   Ahora me ha tocado un mes con un poco menos de intensidad, en marzo vuelta a la normalidad y a preparar los grandes retos de 2014. Una alegría enorme difícil de explicar. Gracias a los compañeros de CD Osset San Juan que siempre insistían en que lo podía hacer y porque además me aguantan los cambios tan bruscos que pego haciendo series. También al mister, Alberto Abeja porque ha conseguido sacar algo que no pensé que tuviera y porque además sigue diciendo que "hay margen". A mi hermano por acompañarme en la prueba y por animarme, sabe que era una cuenta pendiente muy grande para mí. Este fin de semana les toca a ellos en la Maratón (con mayúsculas). Allí estaré para animar, aunque no necesitan mucho, están más que preparados. Como diría Chema, "No lo pienses, corre".

19 de enero de 2014

Probando el trail y los cross

Siempre me pasa lo mismo con las entradas, las voy dejando y al final las crónicas llegan juntas y demasiado tarde. El mes de diciembre terminó como debía, con una media maratón por la sierra de Cádiz. Disfrutando de las maravillosas vistas que ofrece Zahara de la Sierra y la excesiva dureza con la te reciben las cuestas de este maravilloso lugar. Hace ya unos meses que decidí participar en el I Trail de las Palomas, siempre que fuese en plan entrenamiento y sin arriesgar ni la salud ni la forma. La semana de entrenamientos fue intensa y eso me hacía dudar incluso del disfrute que pudiese encontrar. Hacía un día de perros con lluvia, viento y la sensación de sufrimiento puro. Sobre las 10:00 ya estamos en la línea de salida. La compañía de los amigos hace mucho más amenos estos "viajes locura" que nos pegamos. Comienza la prueba y como bien había decidido voy regulando a tope. La primera parte son ocho kms de intensa subida por asfalto al puerto de las Palomas. La disfruto mucho, por las vistas, por la compañía y seguramente por los numerosos recuerdos. Vamos juntos David Leiva, Oscar Mendoza, mi hermano Carlos, un Ciervo y yo. Cogemos el camino que sale a mano izquierda y que promete aventura. Barro, mucho barro, piedras, y curvas pronunciadas hacen del descenso toda una odisea. Sin hablar de los "cabras" que quieren correr todo lo que no han podido correr para arriba. Empiezo un poco pasado y en pocos metros me doy cuenta de que no me la puedo jugar. Bajo el ritmoy ya está. He venido disfrutar. Vamos bajando con comodidad y mucho, mucho disfrute. Al final un tramo cómodo para correr y de nuevo un tramo de subidas del diablo. Hay que andar, ¡esto es increíble! LLegamos al final del tramo de subida en el km 17 aproximadamente, y veo que voy muy bien. No estaba en los planes pero decido hacer un progresivo los últimos kms. Paso a mucha gente, que evidentemente no ha dosificado nada. Me encuentro genial de piernas y ni las cuestas de entrada a Zahara me hacen bajar el ritmo. Un alegrón de prueba y de día, por la compañía y por pasarlo tan bien. La única pega fue la lesión de mi buen amigo David Leiva, lo ha mirado un tuerto, que le vamos a hacer. La conclusión es clara, el año que viene repito.
Se pasan las fiestas (entre cenas y excesos) y me planto el día 11 de Enero en el cross de Villamanrique. Llevo más de tres años sin hacer un cross y encima fue Itálica y sufrí como un perro. Este debe ser diferente. Voy más en forma (o eso creo) y encima es un entrenamiento. El sitio es espectacular y la distancia es un 9000 corto. No debe aparecer ningún problema. Caliento poco como siempre y ya estamos en la salida. Cuatro vueltas y media que se hacen más que divertidas. Troncos, barro, piedras, arena... es como un juego de niños pero más rápido. El ritmo es bueno, y encima voy muy cómodo. Ni sufro ni jadeo. Al final termino la prueba con un ritmo de 3:49 y más que contento. Me ha encantado, así que el año que viene haré alguno más. Parece que al final esto de correr me va a gustar y todo (no lo creo).
Ahora terminando la primera fase de los entrenamientos de este año, muy contento y con muchos objetivos complidos. Deseando que lleguen los próximos objetivos, los primeros triatlones de esta temporada. Ya he vuelto con mis compañeros del CT Camaleón y vuelvo a estar federado. Me he inscrito al Titán y tengo en mente más de doce pruebas de tri. Luego puede que no salgan todas, pero la mentalidad es tan importante que lo que espero es no petar antes de tiempo. De momento a disfrutar y a pensar en la media de La Cartuja, que es en apenas siete días. A seguir disfrutando.


Destierros

Destierros
Esperaremos la posibilidad

En honor a un gran hombre

En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo