Vamos saltando de oca en oca. El fin de semana pasado tuve la suerte de disfrutar de una nueva carrera del circuito IMD de Sevilla "Correr en Sevilla es de 10". Son cinco pruebas de diez kms como ya saben algunos, todas ellas en circuitos homologados y con una participación que este año se está disparando. Eso sí, entre corredores, porque público, lo que se dice público hay poco, algunos policías locales cortando el tráfico y poco más. Ya podrían poner las salidas a las diez ante meridian y de esta manera todo sería redondo respecto al diez. La cuestión de esta entrada es que esta vez quería empezar a retomar sensaciones del pasado, quería volver a apretar las piernas un poco más. Seguramente, entre otros motivos, para no ver como mi hermano Carlos me ganaba con excesiva facilidad. El objetivo era aproximarse lo máximo posible a 38 minutos. A priori me parecía algo asequible, aunque estos años sin correr esta distancia me generaban más dudas que argumentos. Entre toda esta telaraña de pensamientos competitivos se daba la circunstancia de que por primera vez, los cuatro hermanos íbamos a competir juntos. Es curioso como estos futboleros empedernidos se han dejado socializar por deporte de verdad. Y no me refiero al sudor, me refiero a los valores que representa, por si algún pro-CR7 se cuela y se cree que pienso que el fútbol no es deporte, que lo es, pero que ha dejado de representar los valores de éste.22 de mayo de 2013
De diez en diez
Vamos saltando de oca en oca. El fin de semana pasado tuve la suerte de disfrutar de una nueva carrera del circuito IMD de Sevilla "Correr en Sevilla es de 10". Son cinco pruebas de diez kms como ya saben algunos, todas ellas en circuitos homologados y con una participación que este año se está disparando. Eso sí, entre corredores, porque público, lo que se dice público hay poco, algunos policías locales cortando el tráfico y poco más. Ya podrían poner las salidas a las diez ante meridian y de esta manera todo sería redondo respecto al diez. La cuestión de esta entrada es que esta vez quería empezar a retomar sensaciones del pasado, quería volver a apretar las piernas un poco más. Seguramente, entre otros motivos, para no ver como mi hermano Carlos me ganaba con excesiva facilidad. El objetivo era aproximarse lo máximo posible a 38 minutos. A priori me parecía algo asequible, aunque estos años sin correr esta distancia me generaban más dudas que argumentos. Entre toda esta telaraña de pensamientos competitivos se daba la circunstancia de que por primera vez, los cuatro hermanos íbamos a competir juntos. Es curioso como estos futboleros empedernidos se han dejado socializar por deporte de verdad. Y no me refiero al sudor, me refiero a los valores que representa, por si algún pro-CR7 se cuela y se cree que pienso que el fútbol no es deporte, que lo es, pero que ha dejado de representar los valores de éste.9 de mayo de 2013
Yo corro por Borja
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
Destierros
Esperaremos la posibilidad
En honor a un gran hombre
Erase una vez un largo