Hace casi un mes estaba contando la gran satisfacción que recibí al ver el tiempo de la media maratón que realicé en Jabugo. Después de estas semanas de entrenamientos he podido ver una vez más que el trabajo y la perseverancia dan sus frutos siempre. Este año uno de mis propósitos era mejorar mi marca en diezmil, y aunque lo había intentado con bastantes ganas en el mes de mayo y junio no había sido capaz de conseguirlo. Casí por desidia decidí olvidarme de este objetivo en este año, sobre todo porque iba a centrarme en entrenamientos para comenzar mi andadura en la larga distancia del triatlón y eso seguramente iba a traer consigo la pérdida de un puntito de velocidad que resultaba necesaria para mejorar la marca. Con estas premisas comencé a entrenar la segunda quincena de agosto, con el primer objetivo muy claro,mejorar mi marca en media maratón. Después de dos meses y medio, ayer día 27 de octubre logré, sin buscarlo (al menos hasta el seismil), mi mejor marca personal en diezmil, conseguí hacer unos (para mí) más que aceptables 36:50, marcando un ritmo medio de 3:41 min/km. Lo mejor de todo no fue esto, que ya fue una grata sorpresa, lo mejor fueron las sensaciones de correr con alegría, con el sufrimiento justo que requiere ir a ese ritmo y como la sensación de disfrutar cada km. Disfrute el primer tramo de carrera, que comencé junto a mi hermano Carlos y Tinoco hasta el km 2, donde pensé que íbamos algo rápido para mí y decidí descolgarme un poco. Me agarré todo lo que pude al grupeto que venía por detrás, a pocos metros de nosotros y con ellos decidí hacer la carrera. Sin embargo, para mi sorpresa en el cincomil (más o menos) nos alcanzan tres atletas del grupo de "amigos del parque María Luisa" y viendo que llevan un puntito más y que yo me encuentro bien decido pegarme a ellos. Ya no iba a dejarlos en ningún momento. Poco a poco iba mirando el reloj y viendo que la media era muy buena y que el ritmo de carrera no decaía. En el km 8 Alberto, compañero y entrenador del CD Osset San Juan que estaba disfrutando de la prueba, se mete en carrera y me anima a seguir a tope. Viene en el grupo con nosotros hasta el km9 y una vez allí, me dice "a tope, no queda nada". En el km 8´5 me di cuenta de que había serias opciones de bajar de 37 min, y viendo el gran bocado que se iba a llevar la marca no dude ni un solo momento que lo iba a lograr. La verdad es que están siendo entrenamientos duros en distancia y ritmos, pero las satisfacciones están siendo muy grandes. Parece que ocurra lo que ocurra de aquí a final de año voy a terminar muy contento. Espero confirmar las buenas sensaciones en futuras pruebas y poder arriesgar en alguna para valorar del todo los resultados. De momento sigo con mi planificación de cara al medio de IM de primavera. Aún quedan muchos kms por hacer y muchos momentos de sacrificio, pero sin duda alguna la vuelta al triatlón y al atletismo popular se está haciendo muy amena. Felicitar a todos los compañeros del CD Osset San Juan, corren a un nivel increíble que me hace mejorar cada día.
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30 de octubre de 2013
4 de junio de 2013
Crónica de una "petada" anunciada
El día comenzaba regular, las sensaciones no eran muy buenas y notaba algunas molestias desde días atrás en la zona lumbar, algo que por otro lado lleva instalado en mí desde hace unos meses. El ambiente era magnífico y por momentos me convencía de que la mañana iba a ser muy productiva, y así fue. Caliento muy poco, apenas unos siete u ocho minutos para colocarme en las primeras filas de la salida y, primera cagada, la gente que ha calentado más que yo se coloca justo delante, lo que me hace volver a salir más retrasado de lo que pretendía. Me digo -no te preocupes, ahora aprietas el primer mil y punto- y así fue, nada más sonar la bocina a tope, primer mil volando y sensaciones de ser una pluma, paso a un ritmo de 3:27 y parecía que iba genial, adelanto hasta que veo que me esto sentenciando y decido bajar un poco. Es aquí donde aparece el problema, por detrás me cogen un grupeto de unos siete que van volando y pienso que puedo ir con ello. Al menos lo intenté, repito. Voy hasta el km cuatro sin mirar ni una sola vez el reloj, en ese momento me encontraba muy bien, me da por mirar y veo que la media es de ¡3:41!, aprieta que bajas de treinta y siete (risas en mi mente). Empiezo a notar algo de calor y alguna molestia en el tobillo izquierdo, que empieza a indicar que las zapatillas están sobre-explotadas. El km cinco la paso cual liebre que escapa de un galgo, ni agua, ni reloj, ni curva, ni nada, a tope y con más ganas de llegar que otra cosa. Lo que no he percibido es que me queda la mitad de la carrera. En el km seis, a un ritmo de 3:42 decido bajar un poco, estoy excesivamente molesto y la respiración empieza a ser la de una caja rota. En el siete soy un medio cadáver, incluso pienso que no podré llegar, algunos calambre y madre mía, el ritmo va ya por 3:47 en solo dos kms... bajo radical el ritmo durante unos quinientos metros, el garmin de mi hermano lo demuestra y en el ochomil y pico me decido a dar lo poco, muy poco, que me queda. Al final 38:56 y un ritmo de 3:50. No he mejorado pero he salvado los muebles. No es poco dadas las sensaciones de cuatro kms atrás.
Conclusiones varias, no cambiar mi estrategia más, lo ideal es ir de menos a más, y no al contrario. La siguiente es que puedo hacerlo a 3:40, sólo hay que planificarlo y mentalizarme mejor. La tercera, a pesar de la petada mundial muy contento, porque lo intente después de mucho tiempo y porque me sirve para mantenerme motivado. Ahora descansaré una semanita de correr, me dedicaré a la btt y después... más, mucho más.
22 de mayo de 2013
De diez en diez

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